sábado, 20 de febrero de 2010

 
Un buen día como hoy es un buen día para recordar lo que está ahí esperando, los trabajos sin rumbo o futuro que no nos podemos quitar de las espaldas o las agendas. Ideas fermentando, con suerte, en un cajón, hasta que surja algo a su altura. ¡Oh Israel, Thou Shalt Not Be Forgotten Of Me!
Y ahora a cocinar, que hay invitados. 

sábado, 13 de febrero de 2010

El Valle del Hierro

Esta cabecera, que de momento no se va a utilizar (snif), fue un dibujo sencillo que vino después de muchos quebraderos de cabeza. Léase obtusos bocetos previos.
Del mismo modo, después de meses de preparación, hoy ha salido a la luz el primer número del Pequeño Libro de Notas. De hecho, esta entrada es posiblemente una redundancia, porque si alguien está leyéndola probablemente viene de allí y habrá ya contemplado su emocionante declaración de intenciones. El espíritu es ese, ahora sólo queda trabajar e intentar hacerlo cada semana mejor, más alucinante y más aventurero. 

lunes, 8 de febrero de 2010

Los días desapacibles como hoy

Afueras de Reus, 21 de diciembre de 2009, bisontes de arquitectura popular pastando en la niebla.

lunes, 1 de febrero de 2010

Por la Renfe

Staedler finico 0.1 nuevecito + cuaderno + postura repantingada + mesilla de vagón + tren vibrando vía adelante, a la altura de La Rioja o así. Lo fino del instrumento se exagera aún más con ese temblor que lo contagia todo, no se sabe bien con qué fuerza o en qué lugar posar las líneas, se va a tientas y con suerte algo de esa zozobra se contagia al modo en que casan los volúmenes.
Después, meses después, lucha por dar con el color justo. Primero busco el efecto fluorescente; quiero una princesa sherpa de Marte brillando en algún eclipse de la tercera luna, pero acabo por volver al redil y así me conformo con una reina de las nieves tibetana cuyos antepasados anduvieron en tratos con los hiperbóreos exiliados en el centro de la tierra.