lunes, 1 de febrero de 2010

Por la Renfe

Staedler finico 0.1 nuevecito + cuaderno + postura repantingada + mesilla de vagón + tren vibrando vía adelante, a la altura de La Rioja o así. Lo fino del instrumento se exagera aún más con ese temblor que lo contagia todo, no se sabe bien con qué fuerza o en qué lugar posar las líneas, se va a tientas y con suerte algo de esa zozobra se contagia al modo en que casan los volúmenes.
Después, meses después, lucha por dar con el color justo. Primero busco el efecto fluorescente; quiero una princesa sherpa de Marte brillando en algún eclipse de la tercera luna, pero acabo por volver al redil y así me conformo con una reina de las nieves tibetana cuyos antepasados anduvieron en tratos con los hiperbóreos exiliados en el centro de la tierra.


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