sábado, 20 de febrero de 2010

 
Un buen día como hoy es un buen día para recordar lo que está ahí esperando, los trabajos sin rumbo o futuro que no nos podemos quitar de las espaldas o las agendas. Ideas fermentando, con suerte, en un cajón, hasta que surja algo a su altura. ¡Oh Israel, Thou Shalt Not Be Forgotten Of Me!
Y ahora a cocinar, que hay invitados. 

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