viernes, 29 de enero de 2010

La prisa y los empastes

0.5 Staedler (moribundo) en la moleskine apaisada, esperando que me atendiese el dentista.
Después Photoshop.

A veces se hace difícil gestionar la prisa cuando te diviertes dibujando (lo que no siempre ocurre). El dibujo directo necesita energía y cualquier corrección que se le imponga será en cierta medida una trampa. Recibe así las consecuencias de un entusiasmo algo aturullado, que libera la mano pero deja sus taras en el papel: un brazo derecho demasiado pequeño, un brazo izquierdo demasiado estirado; por culpa mía, él expone la muñeca al subir la guardia y probablemente se la cortarán.
Me lo tomaré con varios segundos más de calma la próxima vez.

miércoles, 27 de enero de 2010

Casi mediodía


El verano pasado, subiendo desde Aiguafreda al pico de Tagamanent, en el Parque del Montseny, paramos para descansar en una encrucijada de pistas forestales. Más allá del turò está el Pla de la Calma, y como en toda zona alta, como en toda peña aislada, aquí se favorecen los misticismos.
Es el único dibujo que haré en todo el día, porque hay que caminar y ese placer sustituye al del cuaderno. Además, a mitad de faena, compruebo que cargo con el rotulador equivocado, el 0.5, que debería ser un 0.1 para poder soltar con más libertad la mano y que brotasen zarzas y marañas y matojos, creando volumen mediante la acumulación de lo delgado, de estructuras finas.
El problema de la silva: reflejar su desmesura, y a la vez dar sentido espacial al desorden, delimitar en formas legibles el borrón del verde y las formas que contiene.
Ni que fuera un botánico.

domingo, 3 de enero de 2010

UN PRINCIPIO

Un catálogo de materiales.
Un elenco de condiciones.
Un limbo de personajes.
Un registro de rimas.
Una genealogía.
Una ferretería.
El solar en construcción de algún cuando y algún como.
Un campo de tiro.